domingo, 12 de julio de 2009

Lo que faltaba: el “voto garrafa”

El clientelismo político es algo ancestral y folclórico en Argentina. Ya me he ocupado del tema en alguna entrada anterior. Pero el ingenio de algunos siempre está listo para superar todas las previsiones. Ahora llegó una adaptación posmoderna de las zapatillas del caudillo catamarqueño Vicente Saadi: la garrafa electoral. Esto sucedió en Rosario. ¿Cómo era el sistema? Muy simple. A través de unidades básicas u otros medios de entrega, la gente recibía unos bonos con la inscripción “Carlos Reutemann – Roxana Latorre. Senadores nacionales. Santa Fe Federal. Lista 501”. Los bonos estaban celosamente numerados y tenían espacios para completar con los datos personales de los eventuales “beneficiarios”, y eran canjeables hasta el 11 de julio por la carga de una garrafa de gas de 10 kilos, siempre y cuando se den ocho pesos en efectivo para completar, porque tampoco es cuestión de dar todo gratis en tiempos de crisis, ¿no le parece?
Testimonios de gente que recibió el bono han dado a entender que el beneficio tenía lugar solamente en caso de que los candidatos mencionados en el bono resultaran electos.
Lo insólto de este caso es que sucedió en un contexto de gobierno opositor, como es la ciudad de Rosario. No quiero imaginarme cómo es la cosa en ciertos lugares del interior de la misma provincia, donde los controles son mínimos, si es que hay alguno.
Veremos qué sorpresas nos traen las próximas elecciones.

1 comentario:

Catriel Ortega dijo...

me parece en Cañada Rosquín repartían Ferraris 0Km... esto se parece más a las mentiras post electorales del Socialismo santafesino que una realidad.